61. Pero después os alejasteis de esto, y, a no ser por la gracia de Dios y su misericordia, habríais sido del número de los desgraciados. Ya habéis sabido quiénes eran aquellos que habían violado el sábado y a quienes dijimos: ¡Sed convertidos en monos rechazados hacia la orilla del mar!.
62. Y les hicimos servir de terribles ejemplos a sus contemporáneos y a sus descendientes, y de advertencia a todos los que temen.
63. Acordaos del día en que Moisés dijo a su pueblo: Dios os ordena inmolar una vaca; los israelitas exclamaron: ¿Acaso te burlas de nosotros? -¡Presérveme Dios de ser del número de los insensatos!, dijo.
-Suplica a tu Dios que nos explique claramente qué vaca ha de ser ésa, respondieron los israelitas. -Dios quiere no sea ni una vaca vieja ni una ternera, dijo, sino que sea de edad media. Haced, pues, lo que se os ordena.
64. Los israelitas añadieron: Ruega a tu Señor que nos explique claramente cuál debe ser su color. -Dios quiere, les dijo Moisés, que sea de un amarillo muy pronunicado, de un color que alegre la mirada de todo el que la vea.
65. Suplica a tu Señor que nos explique claramente cuál debe ser esa vaca, pues nosotros vemos muchas vacas que se semejan, y nosotros no seremos bien dirigidos en nuestra elección, a no ser que Dios lo quiera.
66. Dios os dice, repuso Moisés, que no sea una vaca cansada por la labranza o el riego de los campos, sino una vaca a la que no se haya acercado macho; que sea sin ninguna tacha. Ahora, dijo el pueblo, tú nos has dicho la verdad. Inmolaron la vaca y, sin embargo, faltó poco para que no lo hubiesen hecho.
67. Acordaos de aquel asesinato que fue cometido en un hombre de los vuestros; este asesinato era objeto de vuestras disputas. Dios hizo ver a la luz del día lo que vosotros ocultabais.
68. Ordenamos que se golpease al muerto con uno de los miembros de la vaca; así es como Dios resucita a los muertos y hace brillar a vuestros ojos sus milagros; tal vez acaberéis por comprender.
69. Vuestros corazones se han endurecido después; son como rocas y más duros todavía, pues de las rocas salen torrentes; las rocas se hienden y hacen brotar agua; hay quien se humilla por temor a Dios, y ciertamente que Dios no desatiende vuestras acciones.
70. Ahora, ¡oh musulmanes!, ¿deseáis que ellos (los israelitas de aquel tiempo) llegen a ser creyentes por vosotros (por daros gusto)? Sin embargo, algunos de ellos obedecían a la palabra de Dios; pero en lo sucesivo la alternaron después de haberla comprendido, y lo sabían muy bien.
71. Si hallan a los fieles, dicen: Nosotros creemos; pero inmediatamente que se ven solos entre ellos, dicen: ¿Contaréis a los musulmanes lo que Dios os ha revelado, a fin de que lo conviertan en argumento contra vosotros ante vuestro Señor? ¿No comprendéis adónde conduce eso?
72. ¿Ignoran acaso que el Altísimo sabe lo mismo lo que ocultan que lo que exponen a la luz del día?
73. Entre ellos la generalidad de los hombres no conocen el libro (el Pentateuco), sino solamente los cuentos engañosos, y no tienen más que ideas vagas. ¡Desgraciados de los que, al escribir el libro con sus manos corruptoras, dicen: He aquí lo que proviene de Dios, para sacar de ello un beneficio ínfimo! ¡Desgraciados de ellos, a causa de lo que han escrito sus manos y a causa de la ganancia que de ello sacan!.
74. Dicen: Si el fuego nos alcanza, no será más que por un corto número de días. Diles: ¿Habéis recibido de Dios un compromiso que él no revocará jamás, o bien decís sencillamente respecto de Dios lo que no sabéis?
75. Bien lejos de esto: los que no tienen por toda ganancia más que sus malas acciones, aquellos a quienes sus pecados envuelven por todas partes, ésos serán entregados al fuego y permanecerán en él eternamente.
76. Pero los que han creído y practicado el bien, ésos estarán en posesión del paraíso y permanecerán en él eternamente.
77. Cuando nosotros recibimos la alianza de los hijos de Israel, les dijimos: No adoréis más que a un solo Dios; observad buena conducta respecto de vuestros padres y madres, respecto de vuestros allegados, respecto de los huérfanos y los pobres; no tengáis más que palabras de bondad para todos los hombres; haced puntualmente las oraciones; dad lismosna. Excepto un pequeño número, os habéis mostrado recalcitrantes y os habéis apartado de nuestros mandatos.
78. Cuando estipulamos con vosotros que no derramaríais la sangre de vuestros hermanos y que no os desterraríais recíprocamente de vuestro país, disteis vuestro asentimiento y vosotros mismos fuisteis testigos de él.
79. A pesar de esto, cometíais asesinatos entre vosotros, expulsabais de vuestro país a algunos de vosotros y os prestabais asistencia mutua para agobiarlos de injurias y de opresión; pero si os llegan cautivos (vuestros compatriotas), los rescatáis. Ahora bien, en un principio os estaba prohibido expulsarlos de su
país. ¿Creeríais acaso en una parte de vuestro libro y rechazaréis otra? y ¿cuál será la recompensa de los que obran de ese modo? La ignominia en este mundo y en el día de la resurrección serán empujados hacia el más cruel castigo. Y ciertamente Dios no desatiende vuestras acciones.
80. Los que compran la vida de este
62. Y les hicimos servir de terribles ejemplos a sus contemporáneos y a sus descendientes, y de advertencia a todos los que temen.
63. Acordaos del día en que Moisés dijo a su pueblo: Dios os ordena inmolar una vaca; los israelitas exclamaron: ¿Acaso te burlas de nosotros? -¡Presérveme Dios de ser del número de los insensatos!, dijo.
-Suplica a tu Dios que nos explique claramente qué vaca ha de ser ésa, respondieron los israelitas. -Dios quiere no sea ni una vaca vieja ni una ternera, dijo, sino que sea de edad media. Haced, pues, lo que se os ordena.
64. Los israelitas añadieron: Ruega a tu Señor que nos explique claramente cuál debe ser su color. -Dios quiere, les dijo Moisés, que sea de un amarillo muy pronunicado, de un color que alegre la mirada de todo el que la vea.
65. Suplica a tu Señor que nos explique claramente cuál debe ser esa vaca, pues nosotros vemos muchas vacas que se semejan, y nosotros no seremos bien dirigidos en nuestra elección, a no ser que Dios lo quiera.
66. Dios os dice, repuso Moisés, que no sea una vaca cansada por la labranza o el riego de los campos, sino una vaca a la que no se haya acercado macho; que sea sin ninguna tacha. Ahora, dijo el pueblo, tú nos has dicho la verdad. Inmolaron la vaca y, sin embargo, faltó poco para que no lo hubiesen hecho.
67. Acordaos de aquel asesinato que fue cometido en un hombre de los vuestros; este asesinato era objeto de vuestras disputas. Dios hizo ver a la luz del día lo que vosotros ocultabais.
68. Ordenamos que se golpease al muerto con uno de los miembros de la vaca; así es como Dios resucita a los muertos y hace brillar a vuestros ojos sus milagros; tal vez acaberéis por comprender.
69. Vuestros corazones se han endurecido después; son como rocas y más duros todavía, pues de las rocas salen torrentes; las rocas se hienden y hacen brotar agua; hay quien se humilla por temor a Dios, y ciertamente que Dios no desatiende vuestras acciones.
70. Ahora, ¡oh musulmanes!, ¿deseáis que ellos (los israelitas de aquel tiempo) llegen a ser creyentes por vosotros (por daros gusto)? Sin embargo, algunos de ellos obedecían a la palabra de Dios; pero en lo sucesivo la alternaron después de haberla comprendido, y lo sabían muy bien.
71. Si hallan a los fieles, dicen: Nosotros creemos; pero inmediatamente que se ven solos entre ellos, dicen: ¿Contaréis a los musulmanes lo que Dios os ha revelado, a fin de que lo conviertan en argumento contra vosotros ante vuestro Señor? ¿No comprendéis adónde conduce eso?
72. ¿Ignoran acaso que el Altísimo sabe lo mismo lo que ocultan que lo que exponen a la luz del día?
73. Entre ellos la generalidad de los hombres no conocen el libro (el Pentateuco), sino solamente los cuentos engañosos, y no tienen más que ideas vagas. ¡Desgraciados de los que, al escribir el libro con sus manos corruptoras, dicen: He aquí lo que proviene de Dios, para sacar de ello un beneficio ínfimo! ¡Desgraciados de ellos, a causa de lo que han escrito sus manos y a causa de la ganancia que de ello sacan!.
74. Dicen: Si el fuego nos alcanza, no será más que por un corto número de días. Diles: ¿Habéis recibido de Dios un compromiso que él no revocará jamás, o bien decís sencillamente respecto de Dios lo que no sabéis?
75. Bien lejos de esto: los que no tienen por toda ganancia más que sus malas acciones, aquellos a quienes sus pecados envuelven por todas partes, ésos serán entregados al fuego y permanecerán en él eternamente.
76. Pero los que han creído y practicado el bien, ésos estarán en posesión del paraíso y permanecerán en él eternamente.
77. Cuando nosotros recibimos la alianza de los hijos de Israel, les dijimos: No adoréis más que a un solo Dios; observad buena conducta respecto de vuestros padres y madres, respecto de vuestros allegados, respecto de los huérfanos y los pobres; no tengáis más que palabras de bondad para todos los hombres; haced puntualmente las oraciones; dad lismosna. Excepto un pequeño número, os habéis mostrado recalcitrantes y os habéis apartado de nuestros mandatos.
78. Cuando estipulamos con vosotros que no derramaríais la sangre de vuestros hermanos y que no os desterraríais recíprocamente de vuestro país, disteis vuestro asentimiento y vosotros mismos fuisteis testigos de él.
79. A pesar de esto, cometíais asesinatos entre vosotros, expulsabais de vuestro país a algunos de vosotros y os prestabais asistencia mutua para agobiarlos de injurias y de opresión; pero si os llegan cautivos (vuestros compatriotas), los rescatáis. Ahora bien, en un principio os estaba prohibido expulsarlos de su
país. ¿Creeríais acaso en una parte de vuestro libro y rechazaréis otra? y ¿cuál será la recompensa de los que obran de ese modo? La ignominia en este mundo y en el día de la resurrección serán empujados hacia el más cruel castigo. Y ciertamente Dios no desatiende vuestras acciones.
80. Los que compran la vida de este