Sura II (dos), la Vaca: parte 2 (21-40)

21. Si tenéis dudas sobre el libro que hemos enviado a nuestro servidor, producid un capítulo que sea al menos semejante a los que contiene éste, y si sois sinceros, llamad vuestros testigos a aquellos a quienes invocáis al lado de Dios.
22. Mas si no lo hacéis, y seguramente no lo haréis, temed el fuego preparado para los infieles, el fuego cuyo alimento serán los hombres y las piedras.
23. Anuncia a los que creen y practican las buenas obras que tendrán por morada jardines regados por corrientes de agua. Cada vez que tomen algún alimento de los frutos de estos jardines, exclamarán: He aquí los frutos con que nos alimentábamos en otro tiempo 13; pero sólo tendrán apariencias 14. Allí hallarán
mujeres exentas de toda mancha y allí permanecerán eternamente.
24. Dios no se avergüenza de ofrecer como parábola, ora un mosquito, ora algún otro objeto más elevado.
Los creyentes saben que la verdad les proviene de su Señor; pero los infieles dicen: ¿Qué es lo que ha querido decirnos Dios al ofredernos eso como objeto de comparación? Con tales parábolas extravía a los unos y dirige a los otros. No, los únicos extraviados serán los perversos.
25. Los perversos que rompen el pacto del Señor concluido anteriormente, que separan lo que Dios había ordenado que se mantuviese unido, que cometen desórdenes en la tierra: éstos son desventurados.
26. ¿Cómo podéis ser ingratos para con Dios, vosotros que estabais muertos y que recibisteis de él la vida, para con Dios, que os hará morir, que luego os hará revivir de nuevo y junto al cual volveréis algún día?
27. Él es el que ha creado para vosotros todo lo que existe en la tierra; terminada esta obra, se dirigió con firmeza hacia el cielo y formó con toda perfección siete cielos, él que entiende de estas cosas.
28. Cuando Dios dijo a los ángeles: Voy a establecer un vicario en la tierra, los ángeles respondieron: ¿Vas a colocar en la tierra un ser que cometerá desórdenes y derramará la sangre, mientras que nosotros celebramos tus alabanzas, te glorificamos y proclamamos sin cesar tu santidad? Yo sé, respondió el Señor, lo que vosotros no sabéis.
29. Dios enseñó a Adán los nombres de todos los seres, y luego, llevándolos a la presencia de los ángeles, les dijo: Nombrádmelos, si sois sinceros.
30. ¡Alabado sea tu nombre!, respondieron los ángeles, nosotros no poseemos más ciencia que la que tú nos has enseñado; tú eres el sabio, el prudente.
31. Dios dijo a Adán: Enséñales los nombres de todos los seres, y cuando él (Adán) lo hubo hecho, el Señor dijo: ¿No os he dicho que conozco el secreto de los cielos y de la tierra, lo que hacéis a la luz del día y lo que ocultáis?
32. Cuando ordenamos a los ángeles adorar a Adán, todos lo adoraron, excepto Eblis; éste se negó y se hinchó de orgullo, y fue del número de los ingratos.
33. Nosotros dijimos a Adán: Habita el jardín con tu esposa; alimentaos abundantemente con sus frutos, sea cual fuere el fruto del jardín en que se hallen; pero no os acerquéis a este árbol, por temor a que os convirtáis en culpables.
34. Satán hizo resbalar su pie y los hizo desterrar del lugar en que se hallaban. Entonces nosotros les dijimos: Descended de ese lugar, enemigos los unos de los otros, la tierra os servirá de morada y de usufructo temporales.
35. Adán aprendió de su Señor palabras de oración; Dios volvió a él porque gusta de volver al hombre que se arrepiente; es misericordioso.
36. Nosotros les dijimos: Salid del paraíso todos cuantos estáis; recibiréis de mi parte un libro destinado a dirigiros; el temor no alcanzará jamás a los que lo sigan y éstos no serán afligidos.
37. Pero los que no creen, los que traten de mentira nuestros signos 21 serán entregados al fuego eterno.
38. ¡Oh hijos de Israel! acordaos de los beneficios con que os he colmado; sed fieles a mi alianza, y yo seré fiel a la vuestra; reverenciadme y creed en el libro que os he enviado para corroborar vuestras escrituras; no seáis los primeros en negarle vuestra creencia; no vayáis a comprar con mis signos un objeto de ningún valor. Temedme.
39. No vistáis la verdad con el ropaje de la mentira; no ocultéis la verdad cuando la conocéis.
40. Cumplid puntualmente la oración, haced limosnas a inclinaos con los que se inclinan ante mí.

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